Por considerarte… una mala madre
opté desviarme del recto camino,
siguiendo el consejo de los que pensaba
y dictaminaba, mis grandes amigos.
Que cumplir deberes -eso era un castigo-
lo miré inhumano, maltrato -un abuso-
la imagen de madre comencé a tornarle
como un despreciable, ruin y vil verdugo.
Que llegar a casa -a un horario fijo-
era declararnos seguir siendo niños,
me lancé a la astucia, comenzó el engaño
surcando el camino de amargo suplicio.
La rueda del ego -me llevo al desvío-
sintiéndome el centro de aquel grupo mío
y en la fantasía de las veleidades
rodé a las orillas, de un oscuro abismo.
Entre las tinieblas -al grito de auxilio-
ya no había nadie, no quedó un amigo;
hasta el precipicio me corrió la muerte
-cuando fue a lanzarme-
-vi un brazo extendido-
consternó mi alma, ver que era la mano,
de quien yo pensaba…
13 de septiembre de 2011
Autora: Ivette M. Quiles Silva
con cariño....Campesina, Brillamor
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_______________________________Oye hijo mío el consejo de tu padre y no desprecies la dirección de tu madre,
adorno de gracia serán a tu cabeza. Porque el desvío de los ignorantes los matará,
y la prosperidad de los necios los echará a perder. (Proverbios 1:8, 32)