Cuánto horror,
cuánta imprudencia
nos conduce a cometer,
la intrincada burocracia
con sus conceptos y ley.
Nacemos libres de fe
sin fiscales pensamientos;
sin títulos, ni etiquetas,
cultura, raza ni credo,
exigencias ni temores,
envidias, rencor ni celos
y al crecer nos contaminan
con prejuicios…. hasta el seso.
En el hogar dan comienzo
quiénes somos, qué haz de ser;
te incitan a pretender
y mantener excepciones,
desatándose la guerra
acaecida entre los hombres.
Secundan las religiones
-exigiendo santidad-
sembrando el ego y hervores
de quién es y vale más,
alentando una apariencia
de inconsciente hostilidad.
La escuela ha de continuar
con este fatal proceso,
dirigiendo la atención
-en ambición al dinero-
y ganar en sociedad
la altivez banal del ego.
El gobierno… sumidero,
donde caes desde nacer;
te dividen, te etiquetan
según su ingeniada ley
generándote impotencia,
y ser reo, a su merced.
En todo este proceder
somos todos responsables
del error y los horrores
que a diario vemos… Por vanes
Y luego nos lamentamos…
¡Ay Dios!
3 de septiembre de 2009
©® Ivette M. Quiles Silva
con cariño....Campesina, Brillamor
Todos los derechos reservados
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La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable. (Jean Jacques Rousseau -1772 -1778 - escritor, compositor y filósofo nacido en Ginebra Suiza)
Muy realista y de acorde a nustros tiempos. Te felicito hermanita. Pronto te envio fecha de Concilio. Un gran abrazo y gracias por compartir.
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