Mayúsculo el porcentaje que profesa amar a Dios
y en acciones no concuerdan con esa declaración;
dispar es la conjunción, que hacemos con el divino
revela -no conocerle- ni a él ni a nosotros mismos.
Del supremo un laberinto -formatea nuestros actos-
diseñando ese patrón, que da apertura al teatro;
procedimiento insensato que a mendaces nos declina
infraccionando su ley, desterrándole en la burla.
Una verdad que en sí misma -necedad sería negarlo-
al desglosar los renglones que el divino a decretado,
evaluando en la consciencia ¡cuántos! vivimos violando.
Pide en su primer mandato que con mente, alma y fuerza
le amemos de corazón -por sobre todas las cosas-
y ya al decir que le amamos sin sopesar la consciencia
en descrédito quedamos desfigurando su esencia.
El segundo es la evidencia que en claridad mostrará
de tantos que le profesan -quién- le conoce en verdad;
pide amar tu semejante como te amas a ti mismo
y ante el prejuicio se muestra que su amor, no hemos cernido.
Que no prometas en vano y es el pan de cada día
en instituciones del medio y hasta en las mismas familias
hacernos tantas promesas, que incumplimos sin medidas.
Trazar un día en reposo para guardarlo en quietud,
conectados a su esencia, ganando su exactitud
y entre afanes y ambiciones -en esto- no hay longitud.
Honrar el padre y la madre ¡cuántos! decimos amarles
y al tirar de nuestras riendas (ante el anhelo de algo)
despreciamos su consejo, nos tornamos enojados
y en secreto procedemos a ejercer, lo ya pensado.
No matar, y, ¡cuántas muertes! vamos cometiendo a diario
con el disparo del verbo que en inconsciencia lanzamos,
sin saber que asesinato no es sólo matar el cuerpo
es mayor cuando se mata, el alma, de nuestro prójimo.
No cometer adulterio y sin amor hacia el cónyuge
por no faltar al decreto que se juró en un altar
se adultera en pensamiento, con sólo, otro desear.
No robarás y es un acto que no se cesa en llevar
se vive robando el tiempo, en horario laboral
se roba la fe y confianza -al mentir y traicionar-
se roba la dignidad con la lengua no acallar
la que a su vez da infracción a juzgar y codiciar
adjuntando a nuestra lista de infracción -un fracatán-.
De este decreto el sumario que concluye en la razón
lo equivocados que estamos al decir “Yo amo a Dios”
amar es ”Conciencia pura” que se obtiene al meditar
sopesando nuestros actos en aras de honestidad.
Mientras esto no se alcance vano será declarar
amor a Dios, al prójimo y a uno mismo…
Autora: Ivette M. Quiles Silva
con cariño....Campesina, Brillamor
©®Todos los derechos reservados
_______________________________________
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. (Santiago 2:10 - libro de la biblia)
Dios es nuestro más elevado instinto de conocernos a nosotros mismos. (Deepak Chopra -1946- médico y escritor hindú)
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. (Santiago 2:10 - libro de la biblia)
Dios es nuestro más elevado instinto de conocernos a nosotros mismos. (Deepak Chopra -1946- médico y escritor hindú)
No hay comentarios:
Publicar un comentario